El primer grupo de Rock que escuché fueron The Beatles, gracias a un cassette que unas primas mías le regalaron a mi padre. Tenía no más de 6 años y posteriormente empecé a enamorarme del género gracias a KISS. Me mantuve únicamente escuchando a los neoyorkinos hasta que en mi temprana adolescencia y gracias a uno de los primeros programas de videos pude conocer a la banda que definitivamente me marcó en mis preferencias musicales. El video “El Vuelo del Ícaro”, la banda: Iron Maiden.
Para los que gustan de esta agrupación… ¿Qué les puedo decir? Para los que la conocen únicamente “por encimita”… pues hay una historia que contarles.
Iron Maiden se formó en Leyton, en la parte este de Londres Inglaterra, un día de Navidad de 1975 Steve Harris, quien había militado en Smiler, decide armar una nueva banda y se une a Dave Murray. Con ellos al frente, empieza la historia de una de las más influyentes bandas del género que después sería conocido como Heavy Metal.
El punto donde Iron Maiden alcanza su nivel de popularidad más alta es precisamente con los discos de Piece of Mind y Powerslave… y no sólo porque son de sus obras mejor logradas, sino porque situándonos en la época ochentera, el Heavy Metal era “cool” y la mismísima MTV se encargaba de entregarnos todo lo que la Doncella y sus contemporáneos como Judas Priest, Scorpions y Mötley Crüe lanzaban, ya que eran los productos de mayor consumo en su momento.
Transcurre el tiempo… el Hard Rock y el Heavy Metal comienzan a cederle el paso al Glam y posteriormente todo el movimiento de los estridentes guitarrazos se hacen a un lado para que comience a brillar “lo alternativo” y el grunge. La voz más importante que ha tenido Iron Maiden los deja para perseguir proyectos personales; pero con Blaze Bayley al frente continúan sin cesar su labor de darle a los fans mucho más música.
Y sin embargo, se mueve. A pesar de que Iron Maiden pudiese no ser tan “cool” para las nuevas generaciones, es una maquinaria que sigue trabajando como el primer día, el grupo sigue constantemente de gira y entrando a los estudios para desarrollar disco tras disco, hasta nuestros días.
Hoy la banda tiene un disco nuevo bajo el brazo: ‘A Matter of Life and Death’. Bruce Dickinson hace tiempo que volvió a ser la voz que sacude todas las fibras de quienes fielmente siguen a la Doncella y, aunque el momento se pinta sólo para realizar un tour y presentar su nuevo material, en una jugada extraña deciden embarcarse en una enorme gira mundial, en la cual deciden tocar para todos sus seguidores, los temas de sus producciones The Number of the Beast, Piece of Mind, Powerslave, Somewehere in Time y Seventh Son of a Seventh Son. Con la gira “Somewhere Back in Time” Iron Maiden regresa a Tierras Aztecas para el beneplácito de infinidad de fanáticos que muy seguramente para cuando escribimos estas líneas ya habrán agotado los boletos que se encontraban disponibles para sus conciertos en Guadalajara, Monterrey y Ciudad de México.
Para quienes siempre hemos seguido a Steve Harris y compañía, esta es una oportunidad de oro
para escuchar lo que quizás son sus mejores temas; para quienes no conocen a la banda, es el momento de ver lo que es la esencia misma del Heavy Metal. Un espectáculo que reúne a uno de los mejores bajistas del hard rock, a tres… si, tres virtuosos de la guitarra, a un excelso baterista y a una de las voces más reconocidas del género… además de uno de los shows teatrales más completos, dirigidos por ese extraño pero emblemático personaje conocido como Ed the Head, o Eddie para quienes ya lo ubican. Esta visita incluye como particularidad que es espectacular desde el momento en que aterrizan, en un enorme 757 con los logotipos de la banda, el cual viene piloteado ni más ni menos que por el mismísimo Dickinson.
Un pedazo extra: A la par de esta nueva gira, a principios de año sale en DVD el famoso “Live Alter Death”, recopilatorio filmado de su serie de conciertos en Los Angeles a mediados de los ochenta… un buen regalo navideño para ir calentando motores ahora que nos visitan.
