El buen amigo Héctor Juárez, mejor conocido por todos ustedes como Troopermex tuvo la oportunidad de estar en la madre patria disfrutando de uno más de los conciertos de la Doncella de Hierro, esto en el aclamado festival Sonisphere 2011, los invitamos a leer esta primera parte de la crónica, no sin antes agradecerle a él que nos haya compartido esta experiencia con todos!
UN CHILANGO EN EL SONISPHERE
2011. PARTE 1
Bueno pues todo tiene un
principio y el de ésta historia se remonta al 18 de marzo en el Foro Sol. En
esa ocasión el día comenzaba con la visita al hotel de Iron Maiden en Polanco,
después de estar un buen rato sin mayores resultados tome rumbo a casa, me
acompañaba Clansman pues pensábamos llegar juntos al concierto.
Ya en casa revisé mi correo y con
la sorpresa de que estaba seleccionado para estar en la barrera, salimos
corriendo para estar puntuales a la cita, ya ahí y después de una pequeña
espera, un gorila moreno con habano en mano nos hizo pasar, algunos retenes y
estábamos frente al escenario , era mi segunda barrera, también la de Clansman,
empezó a entrar el resto del público y comenzaron los apretones,
desgraciadamente y resultado de un accidente de auto a finales de 2008 no
soporté la cantidad de apretones y las
viejas lesiones comenzaron a molestar, a
mi edad no es lo más cómodo del mundo; así que opté por salir y esperar el
comienzo del concierto.
Me senté en la zona de la consola
y pude ver desfilar a Doug Hall normal por supuesto, ahora bien después de un
rato se acercó una pareja de adultos mayores que definitivamente no eran
mexicanos, se veían bastante fuera de lugar y parecían perdidos, en un momento
se acercaron a la zona donde yo me encontraba que era junto a la puerta de
acceso y como si se tratara de la llave del mundo levantaron unos gafetes
amarillos, el diseño no tenía nada el particular pues era alusivo al FF Tour,
lo divertido era la leyenda con enormes letras rojas “LET ME IN”, lo cual
aclaraba perfectamente lo que debía hacer al personal al ver uno de ellos; los
de seguridad consultaron lo que al parecer era un catálogo de gafetes pues me
imagino que hay varios según el tipo de personal que lo porte y acto seguido
esta adorable pareja de ancianos ocupo su lugar, hasta aquí el recuerdo del
Foro Sol.
Pasaron las semanas y por
cuestiones de trabajo se empezó a vislumbrar la oportunidad de realizar una
visita a Madrid en el verano, después de varias pláticas y un poco de maña pude
hacer que coincidiera esta visita con la fecha programada para la parada de
Iron Maiden en Madrid, más concretamente en las afueras de la ciudad y rodeado
de varias zonas industriales.
Pues bien, ya cuando se acercaba
la fecha y luego de ver unas fotos de la gira en la que se apreciaba a Nicko
con su respectivo gafete aunque convenientemente difuminado, recordé a la
pareja de ancianitos en el Foro Sol y dije “¿por que no intentarlo? ni modo que
me deporten”, y pues manos a la obra.
Ya estaba en Madrid el martes 12
de julio y aparte de estar hecho un lío con la adaptación al nuevo horario
fueron unos días de demasiado trabajo y soportar un trato no muy amable, pero
bueno, me imagino que ya el hecho de que lleguen a auditarte es molesto, que
sea un extranjero peor, y que además consideres a “Méjico” un lugar de narcos y
vagos no ayuda mucho, es un pequeño apunte para que se imaginen lo divertido
que estuvo la semana.
Y llegó el día esperado, después
de preparar durante la mañana el equipaje y organizar como sería la partida al
siguiente día, me dirigí al sitio del festival para ver un recinto de primer
mundo. Y pues la verdad nuestro criticadísimo Foro Sol le da la vuelta las veces
que quieran a el potrero que me toco ver, eso si, muy bonito el diseño del
escenario, las carpas para venta de recuerdo, playeras, cd’s, etc., muy monas,
la comida igual, los baños y regaderas como cualquier Sanirent. Pero lo malo es
que todo estaba montado en un terregal y con un méndigo calor de unos 34 o 35º
C, viento regular para levantar la tierra y acabar con la garganta fregadísima,
además tomando en cuenta mi 1.65m de estatura la visibilidad no fue en todo
momento la mejor, en fin, ese es el lado negativo de lo que me toco pasar.
Ahora lo bueno, la música. Inició
Hammerfall, no es la banda más técnica y complicada del mundo, pero me gusto
mucho en vivo, en general las rolas son muy directas y se te graban fácil, el
sonido sin ser la octava maravilla fue decente e hizo que sonaran bien; me
gustaron.
Siguió Mastodon, a ver como les
digo, tocan bien, técnicamente excelentes, pero muy “modernos” para mí y le
sumamos que nuca los había escuchado, la neta me fui a comer y curiosear. Lo
rescatable para mí fue encontrarme con el EP “No More Lies” de la doncella, era
adquisición obligada aunque manchadita (40 euros), valieron la pena para lo que
vino después.
Continuará...
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