Salvador López (@Viajerosonico) tuvo la oportunidad de entrevistar a
Bruce Dickinson, vocalista de Iron Maiden, durante la celebración de
Móvil Forum Conference 2012 en Barcelona. Gracias a sus palabras podemos
conocer su experiencia como emprendedor y valiosos consejos para
aplicar en la gestión de pymes.
Tomado de:
Multitalentoso Bruce
El pasado 22 de noviembre tuvimos la fortuna de escuchar a un conferenciante sorprendente: Bruce Dickinson, vocalista de la banda de heavy metal más famosa del mundo: Iron Maiden. Su intervención servía de clausura para el Móvil Forum Conference organizado por Telefónica en Barcelona.
Novelista, ensayista, guionista y director de cine, piloto de
aviones, locutor de radio, espadachín, empresario… y líder de una banda
muy longeva, las habilidades de Bruce Dickinson parecen no tener fin.
Antes de salir al escenario para hablar, tuve la suerte de entrevistarle para el blog Con Tu Negocio:
- Bruce, ¿qué has aprendido en el mundo de la música que te haya servido para el mundo de los negocios?
- Creo que lo más importante ha sido mantener la integridad. En Iron
Maiden siempre hemos tenido muy claro quiénes éramos, quiénes queríamos
ser y quiénes no queríamos ser. Siempre hemos sido nosotros contra el
mundo, por encima de tendencias y de cualquier opción con la que no nos
sintiéramos cómodos y que pudiera traicionar nuestra esencia. No hemos
querido salir en revistas sensacionalistas, ni en reality shows
ni en anuncios frívolos. Nuestra esencia era más importante y hemos
sabido mantener nuestra integridad. El resultado son más de treinta años
juntos y una carrera exitosa.
- ¿Y qué has aprendido en el mundo de la empresa que te haya servido en el mundo de la música?
- La verdad es que muy poco. El mundo de la música se basa
principalmente en la creatividad. En el mundo de la empresa todo tiene
que ver con costes, y el mundo del arte no va de eso. Si a un pintor le
dijeran que puede pintar más rápido y barato usando un ordenador, él
diría que no porque pintar no va de eso. Se tarda un año en grabar un
disco. Se puede hacer en menos tiempo y ahorrando dinero, pero el
resultado no será el mismo.
- Las organizaciones empresariales se empeñan en gestionar el
talento de sus empleados. Sin embargo, en el mundo de la música y del
arte se trabaja más con la pasión y el entusiasmo. ¿Cómo pueden las
empresas gestionar el entusiasmo de sus empleados?
- Solo una de cada diez bandas con contrato discográfico consigue el
éxito suficiente para vivir de la música. Hay muchísima gente con
talento en el mundo, pero el talento no diferencia. Lo único que
diferencia es la determinación. El entusiasmo y la pasión funcionan muy
bien en momentos concretos, pero solo la determinación es capaz de
superar los momentos de desánimo y tedio. Eso significa la diferencia
entre el éxito y el fracaso.
- ¿Qué deben hacer las organizaciones para estimular la innovación en sus equipos?
- Si queremos un equipo que sea innovador y creativo, lo mejor que
podemos hacer es darle libertad, dejarle solo, que trabaje a su aire y
sin interferir. Es como educar a un hijo. Si un niño tiene una buena
idea y al padre se le ocurre decir “ah, qué buena idea, mira, te voy a
enseñar cómo mejorarla”, irremediablemente conseguirá que el niño llegue
a la conclusión de que su idea no era lo suficientemente buena, y
entonces matamos su creatividad. Hay que dejar que las personas maduren
sus propias ideas, que las lleven al máximo y a partir de ahí podremos
formular nuevas preguntas para estimular que el proceso siga adelante.
Se trata de dar autonomía y responsabilidad a los equipos para que
asuman plenamente el proceso creativo, se involucren al máximo y acaben
desarrollando ideas maduras y con potencial. Estarán en una posición de
autocrítica y se sentirán satisfechos consigo mismos.
Lo mejor que se puede hacer cuando un equipo está en su proceso creativo es irse a tomar un café y dejarle tranquilo.
- Los artistas son diseñadores de emociones. Me gusta pensar
que las empresas también lo son a través de las experiencias que
proporcionan a sus clientes. ¿Qué recomendarías a las empresas que
quieran diseñar emociones para sus clientes?
- Sea lo que sea que vendan, deben tener en cuenta que lo que están
vendiendo es una emoción, porque todo aquello con lo que interactuamos
nos genera una emoción. Cualquier pequeño detalle desencadenará
emociones, sensaciones, una reacción en los clientes. Y eso nos lleva a
una relación emocional con ellos a través de nuestros productos y
servicios. Es crucial darse cuenta de eso y no cometer errores, como por
ejemplo recortar costes sin asegurarse de que no estamos afectando al
valor de lo que estamos vendiendo, porque eso tendrá un impacto en las
emociones que experimentarán nuestros clientes.
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