Sacrificios = Concierto de Maiden

Finlamente, no hay plazo que no se cumpla (bueno, salvo algunas excepciones) pero por fin hoy termina un ciclo de sacrificios. Hoy es el día en el que el hambre, la sed y las demás limitaciones quedan atrás. Hoy es el día en el que por fin pude probar alimento pues el ayuno terminó. Por fin terngo el boleto que me llevará a la gloria, que me permitirá ver junto con todos ustedes a Iron Maiden. ¿Que si valió la pena? ¡Por supuesto que sí! Sólo basta una mirada a mi boleto para saber que toda el hambre que pasé se materializó en forma de boleto. El ahorrar quedó atrás, ya por fin podré gastar en tortas, en transporte, bebida... pues mi boleto ya lo tengo, la presión de alacanzar boleto se va. Es como si subiera a una resbaladilla y sólo me dejará caer sabiendo que mi destino es el añorado concierto de Iron Maiden, tendría que morir para no ir, sólo eso podría impedirlo. En los próximos días varios de ustedes se unirán a la lista de colegas con boleto, y después de eso se comenzará la siguiente fase de lo que implica ir a un concierto: ¿A qué hora voy a llegar? Pero aún falta muchísimo para éste, por lo que es mejor voltear a la vida diaria en vez de contar los días para el mes de febrero, así pasará todo más rápido. No nos queda mas que esperar. ¿Ustedes ya tienen su boleto?